Ingrávidos
La luz se filtra en haces a través del agua. Los cuerpos flotan ingrávidos. Son retratos peculiares: no vemos ningún rostro, como mucho alguna cabeza que bucea; en cambio, observamos troncos, plantas de los pies, muslos, cinturas estrechas, amplias caderas y pequeños pechos. Aún sin ver el rostro percibimos el deseo, el juego, la conversación, el cuidado de esos cuerpos en el agua. Todo transcurre bajo el mar.
Liberados del peso de la gravedad, los cuerpos aparecen lúdicos y libres. Liberados del paso del tiempo, de las obligaciones cotidianas, de los kilos extra, de la movilidad limitada. Son escenas casi oníricas, en las que el mar y la tierra se confunden. El exterior sólo nos llega a través de la luz que en ocasiones crea una especie de grietas en el fondo del mar.
“Podemos, por ejemplo, distinguir, aunque sea a grandes rasgos, la manera de andar de la gente, pero no percibimos en absoluto su postura en esa fracción de segundo en que alarga el paso”, escribió el filósofo Walter Benjamin en `Breve historia de la fotografía´. Si ni siquiera conocemos “la manera de andar” bajo el agua, Gregorio Reche ilumina con esta serie “la fracción de segundo en que alarga el paso”. Nos revela instantes del movimiento del cuerpo humano en ese mar de la infancia, líquido primigenio, al que volveremos hasta el último verano.
Elisa Reche (Directora de eldiario.es / Región de Murcia)
Weightless
Light beams filter in through the water. The bodies float weightless. They are peculiar portraits: we don´t see their faces, just a head snorkeling. Otherwise, we can observe trunks, feet soles, thighs, wasp waists, wide hips and small breasts. Although there are no faces, we can sense desire, game, conversation, care of those bodies in the water. Everything happens under the sea.
Liberated from gravity weight, the bodies appear playful and free. Liberated from the passage of time, everyday duties, extra kilos and limited movility. They are almost dreamlike scenes, where sea and sand blend in. The outside world only comes through the light, like cracks on the seabed.
“We can, for example, distinguish, although in broad strokes, the way people walk, but we don´t perceive the split second when they extend their step”, wrote the philosopher Walter Benjamin in `A Short History of Photography”. If we can´t even realize “the way people walk” under the sea, Gregorio Reche lights up with this series “the split second when they extend their step”. He reveals the instants of human body movements in that childhood sea, amniotic fluid, where we will return until our last summer.